Se han analizado las hortalizas cultivadas en la ISS utilizando luces LED para plantar y sistemas de riego de autoservicio y se ha descubierto que son similares en composición a las hortalizas de la Tierra y no tienen bacterias dañinas, por lo que se consideran comestibles.Las pruebas futuras estudiarán más tipos de frutas y verduras para ayudar a proporcionar suplementos de productos frescos a la dieta del astronauta.